domingo, 23 de diciembre de 2012

Abuelos como niños


Abuelos como niños

¿Los "abueniño"?

Cuando nacemos nuestros abuelos nos sacan a pasear o nos entretienen, aliviando las tareas de la casa por unas horas a nuestros padres. Cuando crecemos, formamos familia y crecemos... nos transformamos en abuelos, y sacaremos a pasear a nuestros nietos, como hicieron con nosotros.

     Hay un fenómeno muy particular en esto de la relación abuelo-nieto, y es el "felling" que existe entre ellos. Sería muy bueno aquí un aporte enriquecedor de un psicólogo o especialista en relaciones familiares. Esta "onda positiva" entre la primera y tercera generación creo se debe a varias causas, todas ellas importantes.

     El abuelo tiene más paciencia para atender al pequeño, tiene más tiempo, carece de las preocupaciones que afecta a los padres del niño; por su parte, el niño se asemeja al abuelo en que necesita más cuidado que una persona joven o adulta y el abuelo tiene a menudo más tiempo que la propia madre, desbordada por las tareas hogareñas, o la sobrecarga de responsabilidades de su progenitor que lo retiene muchas horas fuera del hogar.

     Cuando somos niños pasamos de los torpes primeros pasos a la primer carrera pedestre de la mano del abuelo. El niño carece de toda la "info-basura" que en algunos casos marea a las personas adultas, y para ellos todo es magia, todo es prueba, todo es felicidad, todo es ganas de vivir. El abuelo "sabe" cómo conformar el llanto de un niño porque ha él lo han conformado; sabe cómo satisfacer un berrinche, una "empacada"... porque él ya lo vivió -aunque no todas las veces lo logra adecuadamente, porque a los abuelos se los acusa de portadores de "vicios".

     El andar más lento del abuelo, su pausada actividad tanto física como intelectual, se conjugan para adaptarse plenamente a los nacientes desplazamientos, a los juegos y actividades del nieto. A esto se suma que en nosotros, a medida que van pasando los años -y cuando éstos son muchos más aún- sufrimos una regresión a la etapa de nuestro nacimiento. Debe ser uno de los factores más importantes de este "felling" entre el abuelo y el nito.

¿Has observado a tu abuelo cómo se comporta con un niño?
¿Viviste la experiencia de observar la felicidad de un niño en manos del abuelo?


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