sábado, 22 de octubre de 2011

El carácter (cuarta parte)

Continuación de las observaciones aportadas por William James (1) respecto al carácter.

Cuarta conclusión:


"El trabajo vigoriza (cuarta parte)
Cuando trabajamos duro en cualquier cosa, descubrimos con frecuencia nuevas fuentes de energía que pueden aplicarse a otras actividades distintas y resolvernos problemas aparentemente inconexos entre sí.

     De aquí que la intensa aplicación a cualquier cosa, aún si se trata de una afición y de un deporte, contribuya a proveernos de la energía adicional de que estamos necesitados. Inversamente si nos permitimos una pereza excesiva en nuestras horas de descanso, ello nos hará más difícil el reanimar nuestro vigor llegada la hora de volver a la tarea. James sabía bien todo esto por propia experiencia. Él mismo se interesaba en cosas tan diversas que, para encontrar entretenimiento o descanso, no tenía sino pasar de un asunto a otro. (Cierta vez anotó en su diario que estaba estudiando simultáneamente geología, electrodinámica, acústica, la Revolución Francesa, sánscrito, y la filosofía de Charles Peirce).

     Tengo un amigo residente en el campo, que también pone en práctica este sistema. Si se atasca en medio de la redacción de un escrito (cosa que a casi todos los literatos les sucede) pónese a serrar o a hacer leña con el mayor vigor durante un rato. Muchas veces comprueba que, al volver a su escrito, las dificultades que le detuvieron han desaparecido”.


(1) Psicólogo y filósofo. Nació el 11 de enero de 1842 en Nueva York, murió en Chocoroua, New Hampshire, (EE.UU.) el 26 de agosto de 1910.

Bruce Bliven, “Cada uno modela su propio carácter”, en Selecciones del Reader’s Digest, tomo XLI, número 242, enero de 1961.

Continúa en "El carácter" (quinta parte)








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